El masaje por sí mismo puede aportar muchos beneficios a los clientes, como por ejemplo:
- Proporcionar un efecto sedante y relajante
- Reequilibrar cualquier malestar psicofísico y la energía vital
- Restablecer el equilibrio y la armonía corporal, mental y espiritual
- Ayuda a dejar la piel más suave y elástica
- Puede liberar los poros de la piel
- Puede estimular las terminaciones nerviosas que provocan sensaciones de bienestar
- Puede promover un efecto calmante, vigorizando las personalidades deprimidas y ansiosas
- Puede mejorar la concentración y la calidad del sueño
- Puede aumentar la eficacia del retorno venoso y linfático
- Puede acelerar la eliminación de la fatiga muscular, tonificando los músculos
- Puede ayudar a aumentar la diuresis
- Puede favorecer la mejora de la circulación sanguínea y la oxigenación
- Puede ayudar a mejorar la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones
Junto con estas ventajas, otras técnicas de masaje pueden lograr diferentes tipos de objetivos.
En resumen, el masaje representa una gran oportunidad para que las personas vuelvan a estar en contacto con su cuerpo, aumentando la percepción de éste, facilitando la conciencia del cuidado y el autoconocimiento individual.
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